El dolor en los pezones es mucho más frecuente de lo que crees. Un 80 % de las madres lactantes lo sufren. La hinchazón, irritación e, incluso, las heridas en las mamas impiden que puedas disfrutar como mereces, sin dolor, de la lactancia. Por ello, no demores un segundo y soluciona ya este problema. Te mostramos cómo puedes atajarlo antes de que se agrave o pierdas el deseo de amamantar a tu bebé.

¿Por qué duelen los pezones al dar el pecho?

La lactancia puede ser trabajosa, lo sabes, ¿verdad? Cuando el bebé no se prende bien al pecho o este es plano (no termina en punta), es común que mame de manera incorrecta. Por estos motivos se pueden llegar a lastimar y/o a agrietar los pezones produciendo dolor.

Así mismo, cuando la criatura comienza a desarrollar su dentición es probable que lastime al succionar. En todos los casos, debes actuar rápido antes de que se produzca una infección en la zona que pueda contagiar a tu peque.

Lactancia: ¿qué hacer para aliviar tus pezones?

Para poder retomar la lactancia sin dolor atiende a estos consejos:

1. Moja tus pezones con tu propia leche. La leche materna posee propiedades calmantes. Antes y después de dar pecho, moja tus pezones con unas gotas y deja que tu piel las absorba.

2. Aplica compresas tibias. Embébelas en agua tibia, escúrrelas y apóyalas sobre tu pecho durante cinco minutos. Hazlo antes y después de amamantar. Resulta útil para aliviar la hinchazón y rebajar la inflamación.

3. Emplea aceite de árbol de té. Por sus propiedades antisépticas, puede resultar muy efectiva. En un vaso de agua tibia pon unas gotitas y moja un paño de algodón. Pásalo sobre la zona dolorida y/o lastimada. Recuerda lavar bien el pecho antes de ofrecérselo a tu bebé.

4. Utiliza crema de caléndula. Favorece la cicatrización de la piel, promoviendo su renovación. Por sus propiedades antisépticas reduce el riesgo de contraer una infección.

5. Masajes con aceites esenciales. Calienta apenas unas gotitas de aceite esencial de manzanilla o de caléndula para procurarte unos suaves masajes alrededor de tus pezones. Esta estimulación manual acelerará el proceso de curación.

6. Trata la zona con aloe vera. Atesora propiedades analgésicas y cicatrizantes. Para beneficiarte de ellas, corta una hoja longitudinalmente y extrae con una cuchara su gel. Bríndate un masaje en forma circular alrededor de las mamas.

7. Usa pasta de hojas de albahaca. La albahaca es buenísima para agilizar la cicatrización. Muele algunas hojas, hidrátalas con unas gotas de agua o aceite de oliva y cubre los pezones con la pasta resultante. Una vez que se seque, enjuaga bien la zona.

8. Acerca hielo a tu pecho. El hielo reduce la inflamación y calma el dolor. Envuelve unos cubitos en un paño y colócalos sobre los pezones durante unos minutos. Comprobarás cómo te alivian al instante.

9. Remoja los pezones con manzanilla. Prepara una taza de té de manzanilla, déjala enfriar y luego embebe un algodón. Pasa este último por las zonas más doloridas.

10. Consume vitamina C. Contribuye a curar los tejidos dañados.

Procura aliviar pronto tu pesar. Verás que, si logras dar solución al dolor en los pezones, pronto comenzarás a vivir la grata experiencia de la lactancia materna como un acto de amor que no debería estar relacionado con molestias.

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