El embarazo es un momento único y emocionante para la familia, pero el mayor vínculo que puedes crear con tu bebé es a través de la lactancia materna. Esta decisión es totalmente libre y tienes que decidir cómo alimentar a tus hijos desde meses antes de dar a luz, pero lo cierto es que la manera más natural y cercana es la lactancia materna.
La lactancia natural no tiene porqué dar problemas ni ser un momento incómodo y doloroso, sino todo lo contrario. Además, en el mercado existen productos y accesorios adaptados a este dulce momento para hacerte más fácil la labor y también a tu bebé: hablamos del cojín de lactancia.
Beneficios del cojín de lactancia
Este tipo de cojines no solo se emplean en el momento de alimentar al bebé, sino desde antes de su nacimiento. Si estás embarazada y te encuentras en los últimos meses de gestación, es muy aconsejable a la hora de tumbarse en la cama o en el sofá para evitar dolores de espalda o posturas incómodas por el tamaño de la barriga. Lo mejor, en este caso, es que optes por cojines alargados que abarquen la mayor zona del cuerpo.
Cuando tu bebé ya esté en casa, verás realmente todas las ventajas que puedes sacar del cojín de lactancia. En primer lugar, va a favorecer y facilitar que tu hijo/a se agarre bien al pecho, ya que la postura es fundamental para que tú no sufras y el no pase hambre. Además, te permitirá relajar los brazos y la espalda al tener la seguridad de que tu bebé descansa sobre un cojín seguro y adaptado para ese momento. Los cojines más adecuados para ello son los de media luna, ya que abarcan todo el cuerpo del bebé y permiten que reposes todo el peso sobre ellos.
Otro de los beneficios del cojín de lactancia es para facilitar el control del bebé sobre su propio cuerpo. Mientras estás en el sofá descansando, puedes dejar a tu bebé cerca de ti tumbado sobre este cojín, lo que favorecerá que se acostumbre a mantenerse sentado y a ejercitar su pequeño cuerpo. Al tener esa forma tan característica, no habrá peligro de que tu hijo/a se caiga o pueda rodar hacia el suelo ¡Es totalmente seguro!
Además de estas dos grandes ventajas, el cojín de lactancia también puede usarse como balancín o cojín de juegos para el peque, gracias a su original forma, podrás tumbarte a su lado y mover suavemente el cojín para que vaya de un lado a otro con suavidad. Este tipo de cosas estimulan y espabilan a los bebés rápidamente, por lo que, sin duda, agradecerás usarlo para este fin.
Si, por el contrario, has decidido dar biberones a tu bebé, no hay problema, tanto tú como el papá podréis usar el cojín de lactancia para favorecer la postura y evitar cólicos o que el bebé trague demasiado aire. Solo hay que acostumbrarse a usarlo y buscar la manera adecuada de sacarle el máximo provecho.
Todos estos pequeños consejos están muy bien, pero si los llevas realmente a la práctica, verás como te facilitan la vida y descubres un mundo totalmente nuevo para ti y para tus hijos. Porque el embarazo y la maternidad se deben disfrutar y aprovechar como se merecen.