Las contracciones del parto suelen ser temidas por muchas futuras mamás, debido a que se trata de un proceso doloroso. Pero, para sobrellevar este momento, es preciso acudir a clases indicadas, precisamente, para la preparación al parto. Identificar la contracción te ayudará a que des a luz de una forma más tranquila y preparada.

La importancia de prepararse para el parto

El dolor físico es un temor muy normal en cualquier persona. Del mismo modo, existe dicho miedo cuando nos quedamos embarazadas. Aunque cada mujer suele afrontar el momento del parto de una manera distinta, todas pueden acceder a una preparación previa que les ayudará a reducir el dolor y a facilitar esa situación tan única y maravillosa.

En estas clases te enseñan a relajarte practicando técnicas de respiración, aptas para el comienzo de la primera contracción hasta el final del parto. La postura es también muy importante, pero, ante todo, la presencia de la pareja durante este aprendizaje te ayudará a afrontar mejor todo y a estrechar aún más los vínculos.

La evolución de las contracciones

La evolución de las contracciones es sencillo de percibir, solo debes tener en cuenta las siguientes características de las mismas. Ten en cuenta que un parto normal tiene una duración de cuarenta semanas, aunque durante el último trimestre de embarazo el bebé se pone en posición para salir, pudiendo adelantarse en algunos casos.

La primera contracción que sentirás es la prodrómica. La distinguirás porque es puntual, es decir, cada determinado espacio de tiempo se irá repitiendo, aumentando en intensidad.

La siguiente contracción que sentirás se denomina de dilatación. Esta se siente con mayor intensidad a la anterior, localizándose en la barriga, específicamente bajo el vientre. Será más claro el intervalo “dolor-pausa” de forma regular, con una duración aproximada de treinta segundos, espaciándose una de otra, alrededor de minuto y medio. La contracción de dilatación marca el momento del inicio del parto.

Cuando se han desechado los métodos indoloros para dar a luz, decidiéndose médicamente un parto natural, la siguiente contracción que sentirás recibe el nombre de expulsión, por el hecho de que el bebé saldrá del útero materno. En esta etapa del alumbramiento podrás controlar mejor el dolor si previamente has asistido a las clases previas al parto. Ya sabes que es muy importante controlar la respiración y mantener la tranquilidad en todo momento.

Por obvias razones, la expulsión es más dolorosa, pero al mismo tiempo representa un alivio para la mamá, ya que sabe que está a muy poco tiempo de conocer a su bebé. Las contracciones se presentan con menos frecuencia y de manera más intensificada. El dolor tiende a aumentar. Aquí es importante empujar por intervalos, una vez que el bebé asoma la cabecita. Pueden bastar muy pocos empujones hasta logra que tu pequeño salga completamente.

Los últimos empujones se realizarán para expulsar la placenta, dando por finalizado el parto.

El postparto

Durante el postparto suelen darse unas contracciones llamadas entuertos. No deben asustarte, ya que son normales, Se suelen dar entre uno o dos días después de haber dado a luz, indicando la recuperación del útero a su tamaño normal. Son más perceptibles después del primer embarazo, sobre todo en los siguientes.

Las contracciones del parto son dolorosas, pero puedes prepararte previamente con cursos especializados, con el fin de sentir menor el dolor.

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