1 de cada 3 bebés padecen dermatitis del pañal durante la lactancia. Es una erupción en la piel que provoca irritación, escozor e incomodidad. Con frecuencia esta afección se produce por una mala higiene del bebé al mantener durante demasiado tiempo el pañal sucio. También puede sucederles a los niños que tienen la piel muy sensible o como reacción a las toallitas húmedas y al propio pañal.

Por ello, te ofrecemos una serie de consejos para que puedas prevenir y tratar esta incomodidad e incrementes el bienestar de tu hijo.

¿Qué es la dermatitis del pañal?

Se trata de una patología que se presenta como dermatitis irritativa, con inflamación de la zona genital y del culete. La fricción del pañal con la zona afectada agrava los signos externos de la dermatitis, al verse alimentada por la humedad producida por las deposiciones del bebé.

Afecta por igual a niños y niñas hasta los 12 meses de edad. Durante la época de la dentición la dermatitis se puede intensificar como consecuencia de la capacidad irritante de las heces en esa etapa de la vida del niño.

La importancia de la higiene del bebé

Existen varios factores que favorecen la aparición de la dermatitis, pero sin duda la falta de higiene es determinante en todos los casos. Sin embargo, también colaboran los que exponemos a continuación. Toma nota.

Fricción en la zona del pañal

A partir de los 6 meses tu hijo comienza a gatear y a moverse casi de forma continua, lo que supone el roce de las piernas con el pañal.

Oclusión excesiva

El pañal impide la transpiración normal de la zona. La mayor parte de los pañales llevan, en su cara más externa, un tejido plástico para prevenir que el contenido traspase la ropa. Esta circunstancia hace que la zona no ventile adecuadamente y se acumule la humedad.

Falta de higiene

Cuando se mantiene el pañal durante mucho tiempo, el pipí y las heces irritan y erosionan la piel del bebé produciendo la dermatitis del pañal.

¿Cómo puedes prevenirla?

Para evitar que aparezca, seguir las recomendaciones que te proporcionamos te resultará de gran utilidad.

Cambia el pañal con frecuencia

No dejes nunca al bebé con el pañal sucio. Cámbialo lavando bien el culito y toda la zona genital con agua caliente y jabón infantil. Si estás fuera de casa puedes utilizar toallitas limpiadoras, más cómodas y prácticas, pero procura lavar la zona cuanto antes. Elige toallitas, como las de Nene, sin perfume ni alcohol que pueden irritar la delicada piel de tu hijo.

Utiliza pañales que permitan la transpiración

Evita los pañales oclusivos que mantienen la humedad en la piel del bebé. En el mercado existen marcas de pañales que cuidan la piel y favorecen que transpire adecuadamente, como los pañales Chelino.

Deja a tu hijo sin pañal

Permite que esté durante unas horas al día con su culito al aire, siempre que la temperatura lo permita. En verano es más fácil, ya que puedes mantener al niño libre del pañal durante más tiempo.

Cremas y pomadas barrera

Son productos al agua elaborados con óxido de zinc o vaselina que previenen la aparición de la dermatitis. Actúan como una auténtica barrera entre el pañal y la piel, debido a los componentes astringentes que incorporan en su formulación.

Los polvos de talco se los puedes aplicar siempre que la piel esté sana. En caso de enrojecimiento e irritación están desaconsejados, puesto que pueden producir granulomas en las erosiones y acentuar la dermatitis del pañal.

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