El nuevo test de ADN puede llegar a sustituir la temida amniocentesis. Con una simple prueba de sangre puedes estar pendiente de la salud de tu bebé con tan solo diez semanas de gestación. Con este análisis tu pequeño no estará en peligro, al mismo tiempo que sirve para detectar posibles enfermedades congénitas.

Una prueba que sirve durante el parto y el posparto

Mientras que la amniocentesis era una prueba molesta y peligrosa para el bebé, con un porcentaje que podía alcanzar el 4 % de posibilidad de aborto, el ADN fetal elimina cualquier riesgo para el feto, cumpliendo el mismo objetivo que la prueba que durante tantos años hemos conocido.

Las probabilidades de acierto llegan casi al 100 %, ofreciendo una mejor respuesta hacia las alteraciones que puedan darse en los cromosomas 13, 18 y 21. Entre los problemas que acarrean este grupo de cromosomas están el síndrome de Down, el de Edwards y el de Patau.

Con un menor porcentaje de acierto examina el resto de cromosomas, buscando algún tipo de alteración que pudiera afectar al bebé.

Debes tener en cuenta que el test no determina un diagnóstico, sino que valora el riesgo de que el pequeño que va a nacer pueda desarrollar alguna enfermedad, como las anteriormente mencionadas.

En caso de que dé positivo, será conveniente realizar la amniocentesis, que sí es prueba diagnóstica. Esta es invasiva, ya que permite el análisis del líquido amniótico, el cual rodea al feto. El proceso en sí puede resultar peligroso, pero puede ser determinante tras el positivo del test de ADN fetal.

Si quieres tener la seguridad de antemano de que tu pequeño nacerá sin ninguna complicación en este aspecto, puedes realizarte la prueba solicitándola en tu centro de salud o acudiendo a una clínica privada.

Las mujeres con problemas de fertilidad, un grupo de riesgo

Existen muchas causas por las que el médico te puede recomendar que te realices el test. Si has tardado mucho en quedarte embarazada, porque has presentado problemas de fertilidad, y has entrado en una edad de riesgo, superando los 35 años, te vendrá bien realizártela.

Debes tener en cuenta que alrededor de los 40 años aumenta la posibilidad de dar a luz pequeños con síndrome de Down. Muchas parejas deciden hacerse esta prueba para prevenir ciertas circunstancias futuras o buscar otras posibles enfermedades en el bebé.

Otro grupo de riesgo es el de la obesidad. La mamá, al estar obesa, aumenta la predisposición de que su hijo nazca con alguna alteración cromosómica. En estos casos, y si piensas quedarte embarazada, lo recomendable es que intentes perder peso antes, ya que durante el embarazo se tiende a aumentar la talla, debido al peso del bebé, desórdenes hormonales y una mayor ingesta de alimentos.

Esta prueba de ADN fetal lleva practicándose en nuestro país desde hace poco más de cinco años. Es más común en los hospitales privados, aunque poco a poco la han ido adoptando los centros públicos. Cada vez son más las regiones donde puedes encontrarla; en caso contrario, y si estás entre los grupos de riesgo, será aconsejable buscarla por lo privado.

El test de ADN fetal es un adelanto que permite evitar los riesgos a los que nos exponíamos con la amniocentesis. Ya no tienes que sufrir por la salud de tu bebé, pudiendo adelantarte a los acontecimientos.

El test de ADN fetal que evita la amniocentesis

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